Aunque se cree que los calentadores solo son exclusivos para invierno, la verdad es que no, ya que en varias temporadas del año existen frentes fríos o espacios que desafortunadamente no reciben la adecuada calefacción natural. Por ello adquirir un calentador de exterior o interior es una alternativa perfecta.
Toma nota de los distintos tipos de calentadores que manejamos para que puedas elegir cual es el que mejor se acomoda a tus necesidades.
Calefactores eléctricos
Su funcionamiento es sencillo y consiste en un cañón de aire que libera aire caliente mediante una resistencia de potencia variable que se regula según el área por calentar. Se conocen también como calefactores de aire por convección. Pueden encontrar equipos con diversas potencias, desde 1.5 kW y superiores a 9 kW que se recomiendan para espacios grandes. Integran un ventilador con distintos niveles y dos termostatos: para calor constante y evitar sobrecalentamientos. Su flujo de aire está entre 400 y 1,000 m3/h según la potencia y pesan desde 5 a 20 kilogramos. Las principales ventajas que ofrecen son su autonomía y funcionamiento sencillo, además, son ideales para evitar problemas por el frío y calentar sótanos, oficinas sin ventanas y terrazas al aire libre y zonas donde correo el aire fácilmente.
Calefactores de gas
Poseen gran potencia calorífica que debe dimensionarse con el área por calentar. Se recomienda para sitios con buena ventilación. Hay unos sistemas de calefacción de gas radiante, que son más pequeños que los ejemplares a gas tipo brasero. Se conectan directamente a un recipiente de gas con distintas capacidades (de 13 a 35 kg) y su potencia es de 4 kV aproximadamente. Poseen rueditas, son autónomos y se desaconseja su uso con alto tráfico. Su consumo de gas es bajo, además, no producen corrientes de aire y son silenciosos. Emiten calor desde paneles radiantes e infrarrojos, su encendido es piezoeléctrico e integran un regulador y manguera de gas. Su reflector mide 300 x 250 mm aproximadamente y su potencia es regulable.
¿Cuál escoger?
Elegir un sistema de calefacción de combustión indirecta si se quieren calentar áreas con personas o mascotas. Otra opción en tales casos es el calefactor eléctrico.
Determinar con precisión la potencia calorífica en función de los volúmenes por calentar y las temperaturas.
Comprar un equipo con potencia y características similares a un calentamiento ligero, con reloj y temporizador.
Analizar los requerimientos del negocio, especialmente si requiere equipo para secar habitaciones.
Hay que considerar que los calefactores a gas son independientes y no necesitan conexión eléctrica para operar, por lo que son convenientes para casos donde la portabilidad es crucial.
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